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Mostrando entradas de enero, 2011

Amor

Amor, es una palabra, o cuatro letras mal unidas. Es la cárcel de algo, el límite de X y la frontera del todo. Amor es tu orígen. (05-10-09)   Helena Admetlla Dachs

Así

Qué bien me abres el abrigo y lo dejas caer al suelo, qué bien cierras mis ojos sin quererlo. Qué bien subes mi camisa… como tiemblo al saberlo. Qué bien tocas mi pecho…qué bien me engañas, que bien lo abres, qué bien me robas, qué bien te vas… qué vacía me dejas. (29-05-2010)   Helena Admetlla Dachs

Carta als Monitors

Hola, Som els vostres nens. La veritat és que ben bé ni sabem ni volem despedir-nos, tot i que el gran (o indesitjat) moment ja està a punt d’arribar. Han estat quatre anys intensos, i ara que s’acaben recordem tot el que hem passat, i voldríem millorar moltes coses, però la realitat és que tot són coses que ens han fet aprendre i créixer com a persones. Érem nens quan començàrem PACCS, i creiem que ara ens hem transformat en uns nois i noies que més o menys sabem el que volem, com som i qui som. I, que voleu que us diguem? La vida a vegades ens ensenya camins que seguim i que en realitat son erronis, i que ens porten a ser, semblar o pensar d’una determinada manera. Quan ens hem equivocat, vosaltres, volent o no, ens heu indicat, sinó el millor camí, la millor manera de tirar endavant. Els valors que intenta transmetre PACCS, no ens haguessin entrat tant profundament sinó fos perquè ens els heu ensenyat vosaltres. Abans de dir qualsevol cosa, ens agradaria dir-vos: Gràcies per es

Ida

Hay, a veces, demasiado ruido en la calle, y a veces demasiado poco. Existen silencios amplios, incómodos, cortados, negros, trágicos,…al gusto del que observa.  Canta, canta para que duerman los que habitan la aparente callada acera, para vaciar sus mentes insomnes.  Si abundan los coches, el humo del cigarrillo, las miradas dormidas de la mañana, las bocas con aroma a café solo sin azúcar o a pasta de dientes, y los transeúntes, y sus vidas, las de las gentes que pasean, corren y viven: escucha… escucha y calla. Suena un móvil y la única voz de las dos existentes en una conversación, las ruedas de un cochecito de bebé que lleva una niña que se escapa corriendo de la mirada incansable de su padre, el “click” del mechero de unos ya no tan jóvenes, que se encienden su pitillo con ciertas especias, las ruedas de los buses que rozan el suelo con el peso de todos los rutinarios viajeros, las hojas que llevan las pequeñas manos de una estudiante, que se las lleva el viento, los cotilleos d

Historia 1

Parecía que no iba a equivocarse, siguió su juego como si ya lo hubiera jugado. Siempre con su andar firme, sin dudas, tan seguro de hacer lo correcto... Cerró las persianas, y solo quedaron las tres velas que habían en el suelo, y allí yo. No pude ver como llegó ahí, pero sentí su respiración muy cerca, como en el sueño, rozando mi oreja. Sus labios rozaron mi oreja, me estremecí. Mientras jugaba con ésta, me echaba contra el suelo, tranquilamente. Cogió mis manos con fuerza y me las subió hasta que me pude notar el pelo. Él bajó por mi cuello, yo acariciaba el suyo, y lo presionaba hacia mí, quería sentirlo más cerca, hasta que me doliera la piel, y cada vez se me nublaban más los ojos. Le acariciaba la espalda, quería aprenderme su tacto su forma, y quitándole la camisa lo tiré hacia un lado poco a poco y me puse encima de él. Se encontraron los ojos cuando yo ya le buscaba el cuello, pero los suyos inmediatamente se cerraron cuando notó mi aliento, que subía y bajaba por su cuello,

Otro comienzo

Empezar algo, implica un objetivo último, en este caso: terminarlo. Después de mil fracasos en este campo, empiezo algo nuevo, sin objetivos últimos. Con la única intención de ir avanzando espontáneamente; algo en lo que no acostumbro a fracasar, y que no ha cambiado con el paso del tiempo. Otro comienzo. Uno de tantos. Cambio y corto. (30-01-2011)   Helena Admetlla Dachs